Bajaré de la luna en tirolina by Santi Balmes

autor:Santi Balmes
La lengua: spa
Format: epub
editor: Editorial Planeta
publicado: 2021-09-27T10:43:39+00:00

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ANDARES E IDAS DE OLLA

Crystalised

THE XX

Lunes, 7 de septiembre del año 0 d. P.

Adiós, verano de mierda, pandémico y sin vacaciones, que sepas que tienes los días contados. Toda mi generación se ha perdido el viaje de fin de curso. ¡Esta pandemia nos debe dos años de nuestra juventud! Viendo el desastre absoluto que está resultando TODO y recordando que Trump aconsejaba tomar lejía a sus ciudadanos, me he preguntado en voz alta por qué diablos los coches pasan más controles técnicos que un político. Al final, nos acaban gobernando auténticos tarados que van trepando por las redes del poder de manera silenciosa. ¿Acaso no estaba claro que a ese cheeto le falta un minuto de microondas? ¿Y si nos gobernara un ordenador? Me refiero a un ente pensante que no estuviera influenciado por ninguna ideología, un software neutral que supiera sacarnos de esta salvaje crisis económica para que mis padres tuvieran trabajo de nuevo, o para que desapareciera el hambre en el mundo y así nadie tuviera que cruzar mares en busca de una vida mejor.

—Kasper, imagina que el ordenador acaba anunciando al mundo lo siguiente: «Apreciados humanos. Después de hacer muchos cálculos, he llegado a la conclusión de que debo exterminar a todos los idiotas del mundo».

Al principio, hemos convenido en que era una buena idea.

—Joder, sí, todos los gilipollas a la mierda —ha dicho Kasper—. El profesor Smith, exterminado, Cruella de Vil, la Sobrada, tu hermano también. ¡Láser en el tarro!

A continuación hemos cavilado lo siguiente: ¿qué tipo de tabla usaría esa supuesta inteligencia cuántica para su selección «gilipollática»? ¿Lo decidiría a partir de nuestras notas escolares, de la importancia profesional en el caso de los adultos? ¿O, lo que sería incluso peor, por el contenido de nuestros tuits o por la cantidad de historias estúpidas que colgamos y que no le interesan a nadie, pero que, por cortesía y el deseo de ser sociables, los demás te marcan con un corazón esperando que tú también hagas lo mismo con ellos? Porque de ser así, la mayoría de las personas de menos de cuarenta años seríamos exterminadas y solo quedaría en el planeta una civilización de viejos con sus anticuadas gilipolleces. Aunque, bien mirado, el sacrificio de nuestra generación serviría para borrar de la faz de la tierra a los putos influencers. Kasper me ha dicho:

—Oye, quizás no es buena idea. Puedes ser el mejor productor de Hollywood y a la vez ser un acosador. O como yo mismo. Robo alguna que otra cosilla cada semana, y la víspera de cumplir dieciocho años haré algo muy ilegal, aún no lo tengo claro, por si me detienen, porque podría decir: «Ah, se siente, aún soy menor de edad». Sin embargo, seré un periodista de la leche, y tendré un programa cultural sobre curiosidades que cambiará el mundo audiovisual. Me temo que todos quedamos en tablas. En realidad, todo esto de la sociedad es una mandanga, Déibid. Todos tenemos una parte de gilipollas y otra por la que vale la pena salvarnos.

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